Nuestra visita al Teletón fue una experiencia inolvidable llena de aprendizajes y momentos de alegría. Desde el momento en que llegamos, nos recibió una energía contagiosa. Los niños, con sus sonrisas y entusiasmo, nos hicieron sentir bienvenidos y listos para compartir.
Comenzamos la jornada regalando pizza, y ver las caras de felicidad al recibirla fue un regalo en sí mismo. La comida se convirtió en un pretexto perfecto para conectar y charlar. Cada risa y cada bocado compartido crearon lazos que trascendieron las palabras.
Luego, organizamos dinámicas divertidas que fomentaron la creatividad y el trabajo en equipo. Jugar con ellos nos permitió descubrir su imaginación y habilidades únicas. Las actividades, desde juegos de mesa hasta manualidades, estuvieron llenas de risas y complicidad. Fue increíble ver cómo, a través del juego, todos nos sentimos parte de algo especial.
La experiencia no solo nos enriqueció a nosotros, sino que también dejó una huella en los corazones de los niños. Aprendimos sobre su valentía y resiliencia, y nos llevamos con nosotros una profunda admiración por su espíritu. Sin duda, fue un día que nos enseñó la importancia de la empatía y la inclusión, y nos inspiró a seguir apoyando causas como esta. ¡Esperamos volver pronto!